domingo, 28 de noviembre de 2010

El erudito vagabundo III

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Se puede vivir una larga vida sin aprender nada, se puede durar sobre la tierra sin agregar ni cambiar una pincelada de paisaje; se puede simplemente no estar muerto sin estar tampoco vivo. Basta con no amar, nunca, a nada, a nadie. Es la única receta infalible para no sufrir. Yo aposté mi vida a todo lo contrario. Y hacía muchos años que definitivamente había dejado de importarme si lo perdido era más que lo ganado. Creía que ya estabamos a mano, el mundo y yo, ahora que ninguno de los dos respetaba mucho al otro. Pero un día descubrí que todabía podía hacer algo para estar completamente vivo, antes de estar definitivamente muerte. Entonces me puse en movimiento…
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2 comentarios:

Maria Coca dijo...

Mi querido primo, de tanto echarte de menos ya me echo hasta sobre el techo.

Tres joyas. La primera, de una de mis películas faboritas, Lugares Comunes. Qué bueno todo cuanto se dice... Y sobre la princesa... muy cierto.

Me encantan tus entradas. Besos con calor estival que tanto nos hace falta ahora...

Ariadna dijo...

Hermanito!!

mcuhoc tiempo sinb venir a verte. Espero que todo vaya fenomenal...

¡¡Estoy flipando con el segundo video!! Hace unos años en una explosión de euforia etilica, pronuncie todo un discurso bajo el lema "hay que follarse las mentes", por el que soy ampliamente recordada y juro que nunca hasta hoy había visto "Martin hache".

Jo Jo Jo! Esta claro que el pensamiento es Universal

Un abrazo