Carta quinta
...Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla
donde yo no me hallo, no se halla
hombre más apenado que ninguno.
Pena con pena y pena desayuno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos, penas me oponen su corona,
cardos, penas me azuzan sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona
circundada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!
Fotografía: Oscar Monzón Moreno (Soledad saturada)
Miguel Hernández ( Umbrío por la pena)
Música: Diana Navarro (Sola)
2 comentarios:
cuanto penar para morirse uno, que cierto todo esto, no?
bueno Insomne, gracias por pedalear hasta mi lugarcito.
un abrazo inFINIto, y más pedaleos aún.
Fini
yo tengo la misma Imagen :B
saludos!
Publicar un comentario