miércoles, 13 de junio de 2007

Carta quinta

...

Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla
donde yo no me hallo, no se halla
hombre más apenado que ninguno.

Pena con pena y pena desayuno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.

Cardos, penas me oponen su corona,
cardos, penas me azuzan sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.

No podrá con la pena mi persona
circundada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!


Fotografía: Oscar Monzón Moreno (Soledad saturada)
Miguel Hernández ( Umbrío por la pena)



Música: Diana Navarro (Sola)

2 comentarios:

FiNi dijo...

cuanto penar para morirse uno, que cierto todo esto, no?
bueno Insomne, gracias por pedalear hasta mi lugarcito.
un abrazo inFINIto, y más pedaleos aún.
Fini

Golfazio dijo...

yo tengo la misma Imagen :B

saludos!